Cuando una mascota llega a nuestro hogar nos invade una gran sensación de felicidad, ha llegado un miembro más a la familia. Esta nueva situación, sin embargo, también nos invita a reflexionar sobre sus cuidados y especialmente, sobre su salud. Este primer capítulo de mi blog quiero dedicarlo a la importancia de las vacunas.
Una de las preguntas más frecuentes cuando somos ‘primerizas’ en el cuidado de un animal es, ‘¿cuándo le pongo la primera vacuna?’
Pues bien, si el recién llegado es un perro, podemos empezar a vacunarles a las 6 semanas de vida. Si se trata de un gato, esperaremos 8 semanas. Es importante respetar este tiempo ya que, si nos adelantamos, podremos encontrarnos con un problema de inmunidad maternal, es decir, nuestros cachorros podrían tener problemas con sus anticuerpos.
Una vez respetado el periodo estipulado, se considera que el cachorro puede vacunarse sin interferencia, y además es necesario hacerlo ya que a partir de este momento quedará desprotegido y será susceptible de contagiarse por diferentes enfermedades.
¿Cada cuánto tiempo hay que repetir la vacuna?
Es importante seguir una pauta de vacunación, esta pauta puede variar de unos centros veterinarios a otros y ser todas válidas. Lo importante es que al finalizar el calendario, tu mascota esté bien inmunizada contra las enfermedades infecciosas más importantes.
Normalmente deben dejarse entre 15 y 20 días entre una y otra vacuna. Esto sirve para evitar interferencias entre ambas.
Cada vez hay más estudios que demuestran que para conseguir un buen nivel de defensas, la pauta de vacunación debe acabar entre la semana 13 y 15 de edad del perro. Esto es a los 3 meses y medio aproximadamente.
¿Por qué son necesarias tantas vacunas?
Esta es otra de las preguntas que suelen hacerme mis clientes, y yo siempre les digo los mismo; no se trata de un capricho del veterinario, sino que se busca en todo momento la mejor inmunidad y protección para el cachorro. Se considera que el sistema inmune del perro y el gato no se encuentran bien desarrollados o maduros hasta una cierta edad. Por eso es importante ampliar la pauta de vacunas, si se puede, hasta las 15 semanas de edad.
Entonces, ¿por qué ponemos todas las vacunas anteriores?, ¿por qué no vacunar a las 15 semanas cuando el sistema inmune ya es maduro?
Pues bien, que el sistema inmune no esté bien desarrollado no significa que los animales no puedan generar defensas antes de esa edad. Todas las vacunas que se ponen nos sirven para que nuestro animal pueda defenderse en caso de contraer alguna de las enfermedades para las que se le vacuna.
Recuerda, una correcta pauta vacunal hará que nuestro animal genere, finalmente, una inmunidad que le durará un año, sin por ello quedar desprotegido durante su etapa más sensible y de mayor riesgo.
La pauta vacunal:
Como ya se ha señalado anteriormente, puede variar de unos centros veterinarios a otros. Es muy importante que en esa pauta se incluyan, en la primera vacuna, el moquillo y la parvovirosis. En pautas posteriores, es de vital importancia, a mi parecer, la vacunación contra la leptospira, ya que se trata de una enfermedad muy grabe y con caracter zoonótico.
A los 6 meses (es decir 24 semanas de edad), se incluye en nuestra pauta vacunal de T-Vets la vacunación contra la Rabia, vacuna a la que dedicaremos otro capítulo.
Efectos secundarios:
Normalmente, tras una vacuna, solemos encontrar al perro o gato algo más apagado, a veces dolorido y con fiebre. Se trata de una reacción vacunal totalmente normal y muy frecuente, que no suele tener mayor importancia ni durar más de 24 horas. No obstante, ante cualquier reacción o comportamiento extraño, consulte con su veterinario. El profesional veterinario le dirá si los que le sucede a su mascota entre dentro de la normalidad.
De vez en cuando, no es raro encontrarnos también con alguna reacción alérgica (el perro se rasca, se le hinchan los ojos y a veces el morro). Hay que diferenciar entre una reacción vacunal normal (explicada anterioremente) y una reacción alérgica. Ante esta reacción, acuda a su veterinario más próximo para que su médico veterinario le administre algún córtico que detenga la reacción alérgica. Deberá repetirse la vacuna en los próximos días. Se recomienda cambiar de marca vacunal, ya que las reacciones alérgicas sueles ser por el excipiente de la vacuna.
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