A menudo conozco a parejas y familias que están pensando en incorporar a un nuevo miembro en el hogar, pero de cuatro patas. Aunque a priori nos decantemos por una u otra mascota, lo cierto es que debemos tener en cuenta nuestros hábitos de vida antes de aventurarnos a introducir un animal en nuestro hogar.
Comenzaremos, por ejemplo, hablando del perro. Este animal es el rey de las mascotas, y es que es cierto aquél dicho de que ‘el perro es el mejor amigo del hombre’. Aunque las razas pueden variar su personalidad, lo cierto es que son seres leales y muy nobles que, por supuesto, requieren casi tantas atenciones como un bebé. Si por tu trabajo o estilo de vida pasas muchas horas fuera de casa, te recomiendo que vayas quitando de tu mente la idea de tener a este fiel compañero en casa. El perro es un ser muy social que necesita salir al exterior al menos tres veces al día, ya no sólo por sus necesidades fisiológicas sino también por diversión, por juego, especialmente si son cachorros.
El perro es la mascota perfecta para personas activas e incluso deportistas, ya que, tal y como dicen diferentes estudios médicos, nos ayuda a llevar un ritmo de vida más sano entre paseos y tiempo de ocio. Recuerda que, en función del tamaño del animal, es importante que en nuestro hogar también tengamos espacio suficiente para que se sienta cómodo. Y si, los perros ladran y más si quieren algo, aunque podamos influir en su educación, es un aspecto que también debemos contemplar.
Si pasas más horas fuera de casa pero quieres un compañero interactivo con el que jugar, dormir y pelear, tu mascota es el gato. Es cierto el mito de que son mucho más independientes aunque, al igual que el perro, requiere de nuestro cariño y nuestra atención. El gato hace sus necesidades en su bandeja, dentro del hogar, por lo que no es necesario que estemos tan estrictamente sujetos a un horario, ya que además, no necesita paseos. Es la mascota perfecta para dar compañía a personas mayores o niños que quizá, no puedan estar sujetos al estilo de vida más activo que necesita un perro. Hay que tener presente que es un animal cazador y querrá subirse por los lugares más inesperados y trepar, por ejemplo, por los sofás del hogar, claro que los ronroneos y la suavidad de su pelo son capaces de encandilar a cualquiera.
Los hamsters también son ideales para los más peques de la casa. Personalmente, creo que ayudan a nuestros niños a crecer con responsabilidad y respeto hacia los animales y no requieren grandes atenciones salvo las de cubrir sus necesidades alimentarias. Estos pequeños roedores son muy simpáticos en la hora del juego y su tacto también es muy suave. Similar al cuidado de este animal, también tenemos a nuestros amigos los conejos, claro que en esta ocasión, el tamaño varía bastante y si sería necesario un espacio más amplio para ellos.
Los reptiles, tortugas y aves también pueden ser una muy buena elección. No requieren de exigencias horarias como en el caso, por ejemplo, de un perro, pero es cierto que requieren atenciones especiales y son delicados. Infórmate muy bien antes de adquirir este tipo de mascotas que entran dentro de la categoría de ‘animales exóticos’ para asegurarte de que puedes ofrecerle una buena calidad de vida al animal.
Hay un sinfín de opciones que se adaptan a la personalidad y a las rutinas de cada uno. Hace poco me comentó una compañera que en el cole de sus hijos, habían puesto un acuario que todos los peques cuidaban con especial respeto y cariño. No quería cerrar la reflexión de este episodio sin recordar que nuestros amigos los peces, también son capaces de darnos una bonita compañía además de un precioso espectáculo visual, y recordar que estos pequeños animales sienten dolor y requieren el mismo cariño que el resto de nuestras mascotas.
Ahora que ya sabes qué animal es el tuyo, recuerda, siempre que puedas, adoptar.
Pingback: Adoptar a un animal paso a paso | ¡El blog del Centro Veterinario T-Vets!
Pingback: Niños y animales: ¿Una buena combinación? | ¡El blog del Centro Veterinario T-Vets!
Pingback: ¿Qué es el microchip y por qué mi perro o gato debe llevarlo? | ¡El blog del Centro Veterinario T-Vets!