¿Por qué cuando llega el verano nuestros animales tienden a sufrir problemas cutáneos? La respuesta es bien sencilla, principalmente se debe al aumento de la temperatura y a la retención de humedad en la piel y pelo de nuestras mascotas.
Muchos de nuestros animales se bañan de manera más frecuente en esta época del año buscando, como todos, el agua fresca de ríos, lagos o de la playa. Como propietarios del animal, debemos prestar mucha atención a la hora de secarlos bien después de un buen chapuzón, ya que la retención de humedad puede convertirse en un problema.
El calor y la humedad suponen un ambiente idóneo para el desarrollo de microorganismos que favorecen, causan o empeoran estos problemas de piel. Entre las dermatitis más frecuentes de esta época se encuentra la dermatitis húmeda. Suele aparecer de manera brusca, de un día para otro, y casi siempre como consecuencia de un estímulo urticante (picor).
¿Qué es lo que solemos ver? Nuestra mascota comienza a rascarse y lamerse una determinada zona del cuerpo; patas, orejas…de forma insistente, a veces, casi compulsiva. Al explorar esa zona solemos encontrar una o varias lesiones rojas y brillantes. En ocasiones, ya infectadas (amarillentas) y, como su nombre indica, húmedas. También es frecuente que encontremos alguna costra. Estas lesiones son bastante dolorosas para nuestro animal, aunque no son lesiones graves y en la mayoría de los casos, pueden resolverse de forma rápida con un tratamiento antibiótico.
¿Qué debo hacer si observo este tipo de lesiones? Lo mejor es acudir al veterinario para que rasure la zona y la desinfecte adecuadamente con un jabón especial. Seguramente, en un 90% de los casos y dependiendo el tipo de lesión, será necesario que el animal tome antibiótico durante unos días y que se vigilé su evolución en casa. Debemos limpiar la herida de manera diaria si es necesario, y volver al veterinario para valorar la zona una vez hayamos acabado el tratamiento. En ocasiones también puede ayudar una inyección de cortisona para aliviar el picor (siempre a juicio del veterinario, que valorará en cada caso el tipo de lesión).
Además, es muy importante no actuar por nuestra cuenta porque podemos confundir estas lesiones con otros problemas de piel que requieren un tratamiento diferente y que pueden ser más graves.
Las razas de pelo largo, como el Pastor Alemán, el Labrador, o los Persas, suelen estar más predispuestas a padecer este tipo de infecciones de la piel, ya que su pelaje espeso favorece a que se mantenga más tiempo la humedad.
Existen otras dermatitis, como la dermatitis atópica, que no tienen por qué aparecer en verano, pero que si que suelen empeorar en esta época del año. Este tipo de dermatitis aparecen como consecuencia de una hipersensibilidad o alergia de la piel y suele afectar más a perros jóvenes, a partir de 1 año de edad. Si tu perro tiene atópica vigílale también especialmente en esta época del año.
Existe toda una gama de productos, como jabones y espumas en seco, que pueden ayudar a que tu perro o gato mejoren, además del tratamiento antibiótico que puede ser necesario. Del mismo modo, es de vital importancia evitar que nuestros animales tengan parásitos externos como pulgas y garrapatas que puedan desencadenar o empeorar estos cuadros. Por eso, y antes de nada, da un antiparasitario externo a tu mascota. Puedes encontrar más información en otros capítulos del blog.
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