Con la llegada del otoño y la bajada de las temperaturas, muchos virus y bacterias aprovechan para colonizar el epitelio respiratorio de nuestras mascotas provocándoles síntomas gripales. Hoy dedicamos nuestro blog a una de esas enfermedades, la Traqueobronquitis infecciosa canina, comunmente conocida como ‘Tos de las perreras’.
¿A qué llamamos ‘Tos de las perreras’? Llamamos ‘Tos de las perreras’ a una infección respiratoria aguda y altamente contagiosa que afecta a los perros provocándoles tos (no productiva en la mayoría de casos), estornudos y secreción nasolacrimal (variable, no siempre). En muchos casos, la tos va acompañada de afonía (los perros dejan de ladrar o les cuesta hacerlo).
Aunque comúnmente se suele pensar que la ‘Tos de las perreras’ está causada por un virus parainfluenza, parecido al de la gripe humana, se trata de un complejo respiratorio en el que participan además bacterias y micoplasmas. La más común: Bordetella bronchiséptica. Por eso en muchos casos puede ser necesaria la terapia con antibióticos.
Entre los síntomas más comunes, como el propio nombre indica, se encuentra la tos. Se trata de una tos ronca o áspera, que da la sensación, como los propietarios suelen decirnos a menudo cosas como: “Al perro se le ha quedado algo atragantado en la garganta”. Esta sensación se debe a la inflamación de la tráquea.
Además de la tos, como hemos mencionado anteriormente, el perro puede presentar estornudos o secreción nasolacrimal (en ocasiones asociado a conjuntivitis). Otra cosa que suele aparecer con frecuencia son los vómitos de flema o espuma blanca, procedente de la tráquea.
En casos grabes, complicados, o sin tratarse, el animal puede desarrollar bronquitis e incluso neumonía. En estos casos podemos encontrar también hipertermia, decaimiento, anorexia y disnea. Estos cuadros pueden ser difíciles de tratar y poner en riesgo la vida del animal. En especial en razas braquicefálicas (bulldog inglés, bulldog francés, carlinos, bóxer…) que ya de por sí tienen más dificultades respiratorias.
Es de vital importancia acudir al veterinario ante la sospecha de un brote de traqueobronquitis infecciosa, para valorar la gravedad de la afección e instaurar el tratamiento adecuado para cada caso.
El tratamiento puede ser variable en función del grado de afección, pero por lo general suele tratarse con AINEs para disminuir la inflamación de la tráquea y la hipertermia si la hubiera; antibióticos en caso necesario, y jarabes para la tos.
Es muy importante recordar que la tos es un mecanismo de defensa y que si esta tos es productiva (es decir, el animal tiene mocos), es mejor no dar fármacos antitusivos, ya que de lo contrario podría empeorarse la infección bacteriana. En estos casos más vale que el animal tenga un poco de tos para que pueda expulsar el moco.
¿Cómo puedo prevenir esta enfermedad? Existen vacunas especiales contra la traqueobronquitis infecciosa canina. Nosotros, en T-Vets, apostamos por la vacuna KC, que incluye Bordetella Bronchiséptica y virus parainfluenza, y se coloca vía intranasal, sin suponer ningún tipo de dolor o traumatismo para el animal.
Por último recordaros que, al estar implicado un virus, el proceso de recuperación puede ser lento y llevar varias semanas hasta que el perro se encuentre completamente sano.
Recordar también que, aunque por lo general no se trata de una enfermedad grave, sí que es altamente contagiosa, por lo que si el animal infectado convive con otros perros, lo más seguro es que todos acaben infectándose. Es una enfermedad típica de criaderos, tiendas, guarderías, perreras y, en general, zonas con gran volumen de animales. Si estás pensando en dejar a tu perro en una residencia o guardería , te recomendamos, siempre que puedas, que lo vacunes contra esta enfermedad para reducir los riesgos de contagio.
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